MDH informa las muertes diarias más bajas de COVID-19 desde mediados de Abril, junto con 230 casos nuevos.

El Departamento de Salud de Minnesota (MDH por sus siglas en ingles) ha informado la menor cantidad de muertes por COVID-19 desde mediados de Abril.

El Lunes, el MDH emitió una actualización sobre la pandemia, informando seis muertes adicionales y 230 casos adicionales de COVID-19 confirmados por laboratorio.

Las muertes adicionales elevan el número de muertes del estado a 1,304. MDH dice que 1.034 del total de muertes se han relacionado con centros de atención a largo plazo (LTC), que se han visto desproporcionadamente afectados por la pandemia. Cuatro de las nuevas muertes involucraron a alguien en LTC.

Ahora hay casi 30,700 casos confirmados en el estado, y alrededor de 26,600 ya no necesitan aislamiento.

Las hospitalizaciones de COVID-19 han disminuido en las últimas dos semanas, y las hospitalizaciones (353) han disminuido 16 desde el domingo. Eso se compara con 606 que necesitaron hospitalización el 28 de Mayo.

Lo mismo ocurre con aquellos que necesitan cuidados intensivos. Los pacientes que necesitaban UCI permanecieron a 186 el Lunes, sin embargo, las visitas a la UCI también han disminuido en las últimas dos semanas. El 30 de Mayo, 263 pacientes necesitaron tratamiento en la UCI, y las cifras disminuyeron desde entonces.

Según el MDH, se han completado alrededor de 5.031 pruebas desde el Domingo, con más de 422.922 pruebas completadas hasta el momento. El objetivo del estado es poder procesar 20,000 pruebas por día, lo cual es suficiente para que cualquier residente que presente síntomas se haga la prueba. El Viernes, más de 12,784 personas se hicieron la prueba del virus en Minnesota.

El MDH enfatiza que “no todos los casos sospechosos de COVID-19 se prueban, por lo que estos datos no son representativos del número total de personas en Minnesota que tienen o tuvieron COVID-19“. Todos los datos recopilados son preliminares y pueden cambiar a medida que se investigan los casos, según el MDH.

Para la mayoría de las personas, los síntomas de COVID-19 son leves, como fiebre y tos. Sin embargo, la enfermedad, que ataca los pulmones, puede ser mortal para los ancianos y las personas con problemas subyacentes.