¿Qué pasó el Sábado de Gloria? Significado, qué se celebra y porqué se mojan
El agua es un elemento de purificación y por eso era usado para preparar la resurrección de Jesús.
El Sábado de Gloria o Sábado Santo está a un par de fechas de hacerse presente en el calendario de los católicos creyentes y apegados a las religiones de tradición cristiana. Durante este día, en México se adquirió la costumbre de intercambiar cubetazos de agua, manguerazos y globos llenos del vital líquido en un día dedicado a rememorar la gloria de Jesús, pero también a jugar toda la tarde con tus amigos hasta tener los calcetines mojados.
Actualmente, de esos Sábados de Gloria sólo queda el recuerdo, pues, en casi la totalidad del territorio mexicano, esta actividad está penada. Sin embargo, la duda sobre lo que hay detrás de esta extinta tradición persiste; igualmente, la sabiduría sobre el significado del Sábado de Gloria, también es un tema recurrente.
¿Qué significa el Sábado de Gloria en la vida religiosa?
Los discípulos y la Virgen María pasaron momentos de incertidumbre entre la muerte y la resurrección de Jesucristo. Fueron 40 largas horas de vigilia las que transcurrieron: el Sábado de Gloria es el día que sirve de puente entre el Viernes Santo, cuando ocurre la crucifixión, y el Domingo de Resurrección o Domingo de Pascua.
La Vigilia Pascual llega al anochecer del sábado, con ella los inicios de la celebración por la resurrección de Cristo. La fiesta o ceremonia se divide en momentos claves, esos instantes, son los siguientes:
Bendición del fuego: En la oscuridad del templo, el eclesiástico lleva una llama por el recinto anunciando la llegada de la luz.
Liturgia de la palabra: Partes del Antiguo y del Nuevo Testamento se leen durante la ceremonia.
Liturgia bautismal: Se bendice el agua y se bautiza a los nuevos cristianos
Liturgia de la Eucaristía: Los fieles son bendecidos.
¿Por qué existió la costumbre de mojarse en Sábado de Gloria?
El origen de esta práctica se remonta a la Edad Media. En esa época la Iglesia católica ordenaba que los fieles no se bañaran durante la Semana Santa, pues consideraba que hacerlo era un pecado y ofensa a Dios.
El agua es para la religión católica el elemento más importante de purificación, así que no podía emplearse hasta el Sábado Santo, que hoy conocemos como Sábado de Gloria.
Como una forma de celebrar la víspera de la resurrección de Jesús, surgió la costumbre de lanzarse cubetazos de agua el sábado, como una forma de purificar los pecados.